Familiares de los secuestrados políticos describieron el jueves los niveles de deterioro que sufren los privados de libertad, producto de torturas físicas y sicológicas que les infringe la dictadura de Ortega-Murillo, que sigue violando derechos humanos y constitucionales con su actuar.
Por medio de un comunicado, los familiares de más de 160 secuestrados alzaron la voz por ellos. «Hacemos del conocimiento del pueblo de Nicaragua y la comunidad internacional, la terrible situación de violaciones a derechos humanos, malos tratos y torturas a las que están siendo sometidos nuestros familiares en el Chipote y los centros del sistema penitenciario…las visitas periódicas y frecuentes de familiares a personas detenidas son un derecho humano reconocido por las leyes de nuestro país y demandamos que se nos permita visitar a nuestros familiares, según lo establecido en las audiencias iniciales del Poder Judicial», denunció María Josefina Gurdián , conocida como «Doña Pinita».
Gurdián denunció que, en la segunda visita a sus familiares secuestrados políticos, los oficiales de la guardia Ortega-Murillo los sometieron a revisiones físicas humillantes que incluyeron el registro de su ropa interior, a grabaciones de video y los obligaron a posar para fotografías. Además, los despojaron de artículos personales que no representan ningún peligro como anteojos y otros. Recordó que los reos de conciencia están enfrentando un proceso judicial irregular en el que la dictadura no les permite ver a sus abogados.
Otras de las violaciones a los derechos humanos de los presos políticos denunciadas por los familiares son que : la mayoría siguen sufriendo de un frío lacerante durante las noches, pues no se les ha permitido entrada de ropa de cama, frazadas o ropa de abrigo; las luces permanecen encendidas las 24 horas del día en algunas celdas, mientras otras se encuentran en penumbra; no tienen acceso a material de lectura, ni a noticias actuales, u otra actividad que les vincule al mundo y les permita ocupar su mente y su tiempo; sus celdas permanecen custodiadas, impidiéndoles a través de amenazas la comunicación con otras personas y en algunos casos están confinados en celdas solitarias.
Enorme pérdida de peso
Gurdián manifestó su preocupación porque los detenidos de la dictadura Ortega-Murillo, siguen perdiendo peso, reciben medicamentos por parte de los uniformados que no tienen identificación y en los últimos días la guardia sandinista, les ha solicitado medicamentos que son utilizados para aliviar la ansiedad, lo que significa que la salud mental de los presos políticos ha desmejorado.
«El deterioro físico continúa. En la mayoría de los casos siguen perdiendo peso y sufriendo de debilidad extrema consecuencia de una mala nutrición. Particularmente, preocupante son casos como el de José Pallais, quien ha perdido 50 libras y José Adán Aguerri que tiene 30 libras menos. Continúan pálidos, muchos no tienen acceso al sol y otros solamente una vez por semana. Hay desorden en la administración de los medicamentos, se los entregan sin nombre ni etiqueta, nuestros familiares no saben que medicina les están proporcionando y no permiten que médicos puedan atenderlos», dijo Guardián.
A las mujeres se les mantiene en celdas solas, pero se les prohíbe cualquier tipo de comunicación con otros detenidos y si no se cumple, los castigan quitándoles alimentos de los dos tiempos que se les facilitan en la cárcel y que, principalmente, puede llegar a ser solo gallo pinto.
A pesar de la situación, algunos secuestrados políticos enviaron mensajes de esperanza a los nicaragüenses y otros piden que se haga más para tratar de sacarlos de las cárceles de Daniel Ortega. Le puede interesar Alianza Cívica denunció terribles condiciones de sus secuestrados políticos.