El dictador Daniel Ortega ordenó el viernes, 13 de agosto, el asalto armado a la redacción central del diario La Prensa; los más de 200 trabajadores de la empresa y medio de comunicación apuestan a seguir trabajando para informar, pero la junta directiva analiza la forma de continuar laborando y exigen que la dictadura les devuelva lo robado.
El editor jefe de La Prensa, Eduardo Enríquez; sostuvo que el legado de los 95 años de este medio de comunicación no caerá ante el nuevo atentado de la dictadura de Ortega y Murillo, en contra de las libertades públicas, afirmando que resistirán como lo han hecho a ataques y cierres de otras dictaduras y regímenes.
Ante este secuestro, Enríquez sostiene que el régimen de Daniel Ortega quiere presionar a los colaboradores de La Prensa para tener acceso a los servidores donde está la información del medio de comunicación, bajo el argumento de que investigan el rastro de “lavado de dinero”.
El régimen de Daniel Ortega, luego del allanamiento y asalto armado de la dictadura en La Prensa, ordenó el secuestro del Gerente General de la empresa, Juan Lorenzo Holman, pero no se bastó con eso, sino que ordenó llamar al personal administrativo, Daniel Calero, contador de La Prensa, Ramiro Montalván y Ernesto López, pero a 24 horas después de su cita, se mantienen en la Dirección de Auxilio Judicial, conocidas como “el nuevo chipote”.
El diario La Prensa, con 95 años de trayectoria, atacado por las dictaduras con cierres a mano armada, confiscaciones, bombardeos y hasta el asesinato de su director, Pedro Joaquín Chamorro, mártir de las libertades públicas; en el siglo XXI nuevamente enfrenta un nuevo ataque de parte del régimen de Daniel Ortega, quien señala que el medio de comunicación escrito ha cometido delitos de lavado de dinero y defraudación aduanera.
Pero ante este nuevo ataque a la libertad de prensa contra el medio de comunicación más influyente y crítico de la dictadura de Daniel Ortega, los periodistas y la junta directiva del Editorial La Prensa, empresa encargada de impresión del rotativo y de publicidad, decidieron seguir informando y no permitir la censura.
“La Fiscalía está pidiendo sacar información de los servidores de La Prensa a los trabajadores administrativos, esto es una represión y aniquilación de todas las libertades, es una acusación absurda; el ordenar 90 días de detención con lo que acompaña a eso, significa no ver a tu abogado, a tu familia, es una tortura”, dijo Enríquez.
En su última comparecencia, el dictador Ortega se encargó de acusar a La Prensa de cometer lavado de dinero y de almacenar información de lavado de dinero relacionado con la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro, oenegé que era dirigida por Cristiana Chamorro, precandidata presidencial y directiva del medio de comunicación.
“El artículo 68 de la Constitución política dice que la introducción de papel está libre de impuestos, todo mundo sabe que La Prensa también es una imprenta comercial… lo que encontraron fue un papel satinado, que no es para imprimir el periódico en nuestra rotativa, si esas seis bobinas se ocuparan para imprimir el periódico, ni dos semanas hubiera durado, este es un castigo financiero por puro gusto, La Prensa tiene dos embarques (de papel periódico) en camino y en los almacenes fiscales de la DGA, Ortega miente al decir que encontraron papel para imprimir el periódico”, dijo Enríquez.
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La Prensa no es lavadero de dinero
Por otro lado, el periodista sostuvo que las declaraciones de Ortega y de la Fiscalía que dirige el dictador nicaragüense, carecen de fundamentos, pues en La Prensa no se lava dinero, al contrario, dijo que ha rechazado propuesta de funcionarios que han sido sancionados por la comunidad internacional por corrupción y que quieren anunciar sus empresas en el periódico.El Ministerio Público controlado por Ortega emitió un comunicado en el que dicen que en La Prensa se habían encontrado documentos de pruebas del supuesto lavado de dinero, a lo que Enríquez respondió:
“No tengo conocimiento de cajas que incriminan a La Prensa en supuesto lavado de dinero, este alegato es absurdo, el lavado de dinero se define de origen ilícito, sucio, luego lo tienes limpio; se pierde el rastro, aquí ninguno, ni en la Fundación Violeta Barrios ni en La Prensa hay dinero sucio, cuando ha habido entidades que son señaladas de corrupción y se quieren anunciar en La Prensa y la Prensa los ha rechazado”, dijo Enríquez.
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Seguirán informando pero limitadamente
La ocupación militar del diario La Prensa supone que los trabajadores no podrán asistir a su centro de trabajo, sin embargo, este medio de comunicación escrito no ha dejado de informar por su sitio web www.laprensa.com.ni,. No obstante, la preocupación del personal administrativo, de imprenta, seguridad y de los mismos periodistas es notoria ante la pregunta de qué va a pasar en los próximos meses.
En este medio de comunicación hay más de 200 trabajadores de todas las áreas, no a todos se les puede asegurar su puesto de trabajo, dijo Eduardo Enríquez a Café con Voz, quien adelantó que la junta directiva de la empresa ha decidido arriesgar hasta su propia seguridad y libertad para no dejar caer el legado de casi un centenario de lucha por la libertad de expresión.
“La junta directiva está diseñando una manera para continuar trabajando con la empresa, ya sabemos que no nos van a dejar entrar, ese es otro golpe porque la imprenta tiene compromisos comerciales, esa es una gran perdida, los 200 trabajadores que somos de La Prensa estamos preocupados de cual va a ser el futuro, vamos a seguir informando, nuestros reporteros han tenido valentía y entrega, vamos a ver que es lo que se puede hacer para garantizar el trabajo de la mayoría de las personas, sino dejan entrar a la imprenta, es culpa del régimen por su afán de destruir a un medio de comunicación en esta ola de ataques y represión”, indicó.
El periodista también dijo que la dictadura de Ortega y sus medios de propaganda han quedado como mentirosos al querer difundir que La Prensa contaba con la materia prima, misma que se mantiene retenida en las bodegas de aduanas del aeropuerto de Managua, retenida sin ninguna justificación.
Para Enríquez, La Prensa ha sobrevivido gracias a la aceptación de las personas que compran el ejemplar en las calles y a las suscripciones digitales de los lectores, sumado a la publicidad que consumen las más de dos millones de visitas mensuales en su sitio web.
“El negocio del periódico todo el tiempo ha sido vender el periódico y publicidad, es cierto que hay menos publicidad pero es porque nos estamos transformando a lo digital, solo en la web tenemos más de dos millones de personas; pero eso no quiere decir que no vamos a seguir trabajando con el papel, si ellos dicen que estamos quebrados, que liberen el papel y nos dejen trabajar”, retó.
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Ortega es sinvergüenza
Ante la posibilidad planteada por el dictador Ortega de pretender imprimir las boletas electorales con maquinaria y materia prima de La Prensa, Enríquez sostuvo que eso sería un robo, pues la impresión de cada papel tiene un coste por lo que se debe pagar, pero que no le sorprendería que el Frente Sandinista se quede con la imprenta para efectuar sus intenciones.
“Los argumentos de Ortega solo pueden venir de una persona que no han trabajado, las cosas no son gratis, lo que el llama exoneración son porque están permitidas por la Ley, no es solo para la Prensa, es para los medios de comunicación que sus hijos también dirigen, no se comete ningún delito, una persona que nunca ha devengado salario se le puede ocurrir imprimir boletas electorales usando la maquinaria de La Prensa gratis”, señaló.
Durante la dictadura de la familia Somoza, La Prensa también sufrió embargo fiscal y aduanero, el asesinato de su director Pedro Joaquín Chamorro y el bombardeo a sus instalaciones. Luego del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, este medio de comunicación también fue objeto de cierre y confiscación del ahora dictador Daniel Ortega, en 1986; este dijo que el medio de comunicación era el periódico de Reagan, en alusión al presidente de la época en EEUU, Ronald Reagan.
Asimismo, constantemente también fue víctima de amenazas de destrucción y sus periodistas también fueron advertidos que serían asesinados, azuzados por el discurso de Ortega.
En gobiernos liberales, Byron Jerez, exdirector de ingresos de la administración corrupta de Arnoldo Alemán, 1998-2002, también presionada económicamente al medio de comunicación que siempre ha destapado la corrupción de gobiernos de derecha e izquierda.
Y en 2018, la dictadura sandinista impuso un bloqueo aduanero que, tras 500 días, se logró vencer gracias a la gestión del nuncio apostólico del Vaticano en Managua, Stanislaw Waldemar Sommertag.