Opositores nicaragüenses desterrados por el régimen Ortega-Murillo rechazan que Murillo exprese su pesar porque cree que “deben de sufrir” y calificaron del peor de los cinismos, al recordar que ella es una de las que ordenó la ilegal expulsión. 

En uno de sus más recientes monologos de este mes abril, Murillo se refirió a los 222 expresos políticos desterrados y los 94 opositores, entre los que figuran periodistas, defensores de derechos humanos, analistas políticos y activistas de oposición a quienes la dictadura que dirige, les arrebató la nacionalidad nicaragüense y confiscó sus bienes en el país. 

Durante un discurso que como siempre cargó de odio, la vocera y esposa del dictador Daniel Ortega, dijo sin mencionar nombres específicos, que los desterrados de su dictadura, están sufriendo por estar lejos de su patria.

“Cuando uno ve la desgracia en la que los mismos vende patria se sumieron, porque todo es resultado de sus acciones, toda acción tiene su reacción y de verdad, amor, con amor se paga”, dijo en clara contradicción a sus acciones.     “Deben sufrir (los desterrados), pero uno no se alegra, por supuesto que uno no debe de alegrarse con el sufrimiento de nadie (…)”, agregó. 

“Hipocresía total” 

Varios opositores dijeron para este reporte que lo dicho por Murillo raya en los mismo de siempre: “mentira y manipulación”. “Ella nunca dice la verdad”, dice un excarcelado político.    

Por su lado, la investigadora Martha Patricia Molina, defensora de derechos humanos y quien además se ha encargado de documentar los ataques de la dictadura contra la iglesia Católica, tildó de hipócrita las declaraciones de Murillo al referirse al “sufrimiento” de los desterrados.

“La administración Ortega-Murillo es la única culpable de los exilios y destierros de ciudadanos nicaragüenses, es ilógico y descarado que ahora se golpeen el pecho para demostrar un dolor inexistente y fingido. Ellos están acostumbrados a causar daño, pero además gozan con hacerlo”, reaccionó. 

“De don Daniel Ortega y de su consorte –agregó– no espero nada bueno, pero ojalá que cambien porque aunque ya la historia los reconoce como asesinos y criminales, sería positivo que al menos, sus últimos días que ya le quedan sobre esta tierra, se compadezcan, no por ellos, sino por sus descendientes que son los que pagarán por todo lo que ello están haciendo”, advirtió la abogada.

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Recientemente, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que investiga la situación de derechos humanos en Nicaragua desde los hechos de abril de 2018, concluyeron en un primer informe que Ortega, Murillo y sus funcionarios, son responsables de cometer crímenes de lesa humanidad contra los opositores. 

Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, los hizo responsables del asesinato de 355 personas durante la represión policial y paramilitar, contra los manifestantes que exigían sus salidas del poder, elecciones libres y transparentes y respeto a los derechos humanos.   

En defensa de la iglesia 

Por estos días, tanto Murillo como el dictador Ortega, han lanzado ofensas contra la iglesia Católica, desde llamarles mafia y golpistas a los sacerdotes y obispos, hasta afirmar que adoran “a un Dios inexistente”.  

A la iglesia Católica, el régimen le ha prohibido las procesiones y ha perseguido a los feligreses que durante la Semana Santa reciente intentaron realizar procesiones. Al respecto, Molina tildó como “incoherencia” las declaraciones de Murillo.

“La señora Murillo puede hablar cualquier incoherencia que quiera porque siempre ha sido así, es costumbre de la gente que es mente cerrada y déspota. Lo cierto es que la iglesia Católica es una institución que tiene siglos de existir porque fue creada por nuestro señor Jesucristo y no será una dictadorzuela la que terminará con ella”, sentenció la abogada.

Sobre un aparente malintencionado apoyo del régimen a los cristianos evangélicos, a quienes les han permitido concentraciones masivas y hasta les han traídos salmistas y predicadores internacionales para que los evangélicos asistan a conciertos de forma gratuita, la abogada señaló que todos los creyentes tienen derecho de que expresar su fe sin temor, por lo que vio como positivo que no sean perseguidos por el régimen a como ocurre con la iglesia Católica.

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