El dictador Daniel Ortega, compareció este miércoles 19 de abril en dos ocasiones, primeramente para recibir al canciller ruso Serguéi Lavrov y luego, para emitir una extensa perorata sobre el “Día Nacional de la Paz”, declarado por la misma dictadura para intentar enterrar las fechas emblemáticas de la rebelión de abril de 2018.

Ortega, buscó minimizar las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos contra tres de sus funcionarios judiciales al reunirse el miércoles en Managua con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

«Estados Unidos sancionó a tres jueces porque han aplicado la justicia en contra de los terroristas. Ya tenemos centenares de compañeros sancionados, eso ya no nos provoca ningún temor, ninguna preocupación a los compañeros que son sancionados”, subrayó el mandatario en una reunión brevísima sostenida con Lavrov.

Los funcionarios que Washington sancionó este miércoles son los magistrados Ernesto Leonel Rodríguez Mejía, Octavio Ernesto Rothschuh Andino y la jueza Nadia Camila Tardencilla Rodríguez, todos acusados de haberse coludido para despojar de su nacionalidad a decenas de opositores a Ortega.

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Ortega arremete contra la Iglesia Católica y El Vaticano

El dictador sandinista respondió con virulencia a los señalamientos del Papa Francisco, quien tildó al régimen como una dictadura vulgar y hitleriana.

La respuesta de Ortega fue más descalificación contra la Iglesia Católica.

“El Vaticano, que ha crecido y se ha forjado en la tierra de Calígula y de Nerón, ahí se han forjado, en la tierra de Calígula y de Nerón, y de donde realmente ahí se han convertido en un Estado más intervencionista al servicio de los imperialistas de la tierra”, dijo Ortega.

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El dictador, en uso de sus dotes demagógicos, tergiversó la historia sobre la primera visita del Papa Juan Pablo II, cuando fue acosado por turbas sandinistas que no permitieron que el Sumo Pontífice oficiara una eucaristía frente a los predios de la Universidad Centroamericana UCA con solemnidad.

“El Papa gritó silencio como un buen dictador, como un buen tirano gritó silencio, no se nos puede olvidar y con todo el respeto que le tenía en ese momento y le sigo teniendo a su memoria, porque entendía bien que era un Papa que venía con la mentalidad totalmente alejada de la esencia de Cristo y del cristianismo y venía manipulado por el gobierno de Ronald Reagan”, dijo Ortega.

“Cristo nunca dijo que se tenía que hacer un Estado, nunca dijo eso Cristo, dónde lo dice Cristo, que me lo muestre un cura, dónde dice Cristo que había que hacer un Estado y el Estado del Vaticano es un Estado más en el mundo, es un Estado sí”, dijo el dictador.

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