Mientras los gobiernos de Argentina y Chile, afirmaban el martes que está en condiciones de otorgar la ciudadanía argentina a cualquiera de los nicaragüenses que han sido desterrados por la dictadura de Daniel Ortega, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prefería desayunar antes que hablar del tema.

El canciller argentino, Santiago Cafiero, habló del tema en respuesta a una declaración del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien indicó que si Argentina ofreciera la nacionalidad, él se haría argentino.

«Si Ramírez pide la ciudadanía argentina, se la damos», dijo Cafiero a la radio Con Vos. El canciller argentino agregó que «a él y a todos los que están padeciendo lo que está sucediendo en Nicaragua».

El funcionario explicó que «el trámite» es «personal», por lo que si bien Argentina está dispuesta a otorgar la ciudadanía a los nicaragüenses afectados, ellos «la tienen que requerir».

Chile abre puertas

En Chile, el presidente Gabriel Boric, anunció por medio de un comunicado que dará los pasos necesarios para no dejar en el desamparo a los desterrados por la dictadura de Ortega y Murillo.

«Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena, según las normas constitucionales y legales que la regulan», dice el comunicado de prensa de la cancillería chilena.

«El gobierno de Chile pone a disposición esta alternativa, para quienes han sido injustamente expatriados de Nicaragua y voluntariamente decidan tomarla», añadió.

El fin de semana Boric calificó de dictador a Ortega, luego de haber desterrado a 94 nicaragüenses opositores “por traición a la patria” y, además, de haberlos declarado prófugos de la justicia.

“Un abrazo fraterno a Gioconda (Belli), Sergio (Ramírez), Sofía (Montenegro), Carlos (Fernando) y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense“, dijo Boric a través de su cuenta de Twitter.

“No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto”, añadió.

El pasado 9 de febrero, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, expulsó a Estados Unidos a un grupo de 222 secuestrados políticos por «traidores a la patria», incluidas siete precandidatos y cinco sacerdotes, a quienes inhabilitaron de por vida para ejercer cargos públicos o de elección.

Además, el miércoles pasado el régimen despojó de su nacionalidad a otros 94 nicaragüenses, entre ellos religiosos, diplomáticos, exfuncionarios de Estado, defensores de derechos humanos, disidentes sandinistas, opositores, periodistas, académicos, estudiantes, empresarios y comerciantes.

Antes que el canciller argentino hablara de este tema y que Chile indicara su anuencia, España ya había anunciado su disposición de entregar la ciudadanía a todos los desterrados por la dictadura. España ofrece nacionalidad a 94 nicaraguenses despatriados

AMLO prefiere desayunar antes que hablar de eso

El presidente de México, por su lado, prefirió no hablar del tema de los nicaragüenses deterrados por Daniel Ortega.

¿Condena usted la violación a los derechos humanos de los 222 nicaragüenses y les ofrecería la nacionalidad mexicana?, fue la pregunta de uno de los periodistas que participa en el monólogo que López Obrador realizar diario denominado “las mañaneras”.

Y su respuesta con deje de comediante en retiro fue: “Vamos a desayunar ya y mañana hablamos, contestamos sobre ese tema”.

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