El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, señaló que los nicaragüenses viven un momento histórico en el que los tiranos violentos y criminales ya han cruzado la línea de lo racional y de lo humano.
En su homilía dominical de este 12 de febrero, hizo referencia al destierro de 222 ex secuestrados políticos y la condena de 26 años de prisión contra el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, condenado el 10 de febrero por no acatar la orden de la dictadura de marcharse de Nicaragua.
Báez señaló que también el silencio de la complicidad es una forma de matar.
“En la sociedad, no denunciar la injusticia y mantenernos en silencio es una forma de matar la esperanza de los pueblos”, dijo Báez.
El jerarca expresó que hay muchas otras formas de matar: Atentar contra la libertad de las personas, denigrar su dignidad con falsedades, ensañarse con rabia para humillarlas, tratarlas con crueldad y condenarlas injustamente, son acciones homicidas, son auténticos crímenes.
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“Por eso, son criminales quienes llevan a la cárcel a personas justas y quienes destierran a los ciudadanos de su propio país. Estos actos abominables no son solo caprichos de gente desquiciada, irregularidades jurídicas o incumplimiento de normas internacionales”, dijo Báez.
También señaló que ofender con rabia, difamar por venganza, encarcelar injustamente, torturar con saña y condenar al destierro son auténticos crímenes y quienes actúan de este modo son criminales.
La dictadura está débil
El religioso hizo hincapié en la debilidad de la dictadura y expresó que los violentos ya están derrotados.
“Los violentos ya han perdido, pierden siempre, pues toda victoria obtenida violentamente equivale a una derrota” (Gandhi). Dañando a las personas, se dañan a sí mismos; condenado a inocentes, se condenan a sí mismos; robando libertades a los pueblos, se vuelven los esclavos más desgraciados”, dijo.
También hizo eco a las palabras del Papa Francisco, que este domingo se pronunció expresando tristeza por la condena contra Álvarez.
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“Que las palabras y la oración del Santo Padre nos animen y nos den esperanza. La tarea es grande. No debemos desalentemos ni sentirnos débiles. No nos dejemos arrastrar por el instinto agresivo y la venganza, vivamos la audacia de la creatividad por hacer el bien y apoyar a nuestros hermanos”, dijo Báez.
Además, llamó a continuar denunciando los crímenes de la dictadura y no permitir “los silencios que matan”.
“Denunciemos con valentía los crímenes de los tiranos, no callemos, que hay silencios que matan. Convirtámonos en factores de unidad, promovamos el diálogo y perseveremos en la lucha por la justicia. Así cumpliremos el mandamiento de “no matar” y Dios estará de parte nuestra”, expresó.
“Estoy destrozado interiormente por lo que le sucede a Rolando, pero estoy convencido que está más fuerte que nunca. Lo que ellos llaman condena no es una victoria, no han doblegado a Rolando, no han podido con su altura ética. No lo han condenado, ellos están condenados; ellos están por acabar”, añadió Báez.