Voz de América

La aplicación CBP One que el gobierno de Estados Unidos dispuso recientemente para migrantes de Nicaragua, Cuba y Haití ha supuesto un quebradero de cabeza para algunos solicitantes.

Para acceder es obligatorio el uso de un teléfono de alta tecnología. Se puede iniciar la solicitud por un computador, pero hay pasos para los que se requiere un celular con cámara funcional, pues el solicitante debe autorretratarse en tiempo real.

Para quienes han perdido sus pertenencias durante el viaje, puede representar un gran obstáculo.

“Carteles nos paraban y nos quitaban el dinero, todo lo poco que teníamos, nos ponían cantidades, lo que querían que les diéramos”, dijo a la Voz de América una migrante centroamericana que prefirió preservar su identidad.

La aplicación CBP One sirve para “enviar información por adelantado y programar una cita para presentarse en ciertos puertos de entrada”.

La estrategia está orientada para que ciudadanos de otros países gestionen una excepción humanitaria al Título 42, orden que restringe la entrada a Estados Unidos por razones de salud pública.

“El gobierno de EEUU no puede bloquear el asilo detrás de una aplicación”, afirmó Aaron Reichlin-Melnick, Director de Políticas de American Immigration Council.

“Me cogió un señor a mí, solo, absolutamente solo, me hizo que me baje, me quitó mi permiso que tenía y me dijo que le traiga dinero, a 2.000 pesos por persona y un celular más”, denunció a la VOA un migrante centroamericano.

Los artículos tecnológicos son quizá los más atractivos para los delincuentes que paran varias veces a los migrantes. A lo que se suma que deben aportar datos que no siempre tienen a la mano.

Información biográfica, como la dirección en la que residen, es necesaria para completar los formularios. Muchos migrantes han huido de sus hogares y se encuentran en albergues, lo que hace que no cuenten con una dirección de contacto.

“Siempre instamos a la administración a que se asegure de que todavía haya vías alternativas para buscar asilo en los puertos de entrada, porque algunas personas no podrán pasar por esta nueva solución tecnológica”, explica Reichlin-Melnick.

Aunque la aplicación está enfocada para ser usada por venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses, la administración ha advertido que planea ampliar su uso.

Alejandro Mayorkas, quien funge como director del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), hizo el anuncio.

“Este mecanismo de programación estará disponible para los no ciudadanos, incluidos aquellos que buscan solicitar asilo para programar un horario para presentarse en un puerto de entrada para inspección y procesamiento en lugar de llegar sin previo aviso a un puerto de entrada o intentar cruzar en medio de puertos de entrada”, señaló.

Incertidumbre en la frontera

En la frontera sur, migrantes venezolanos en Matamoros, México, en busca de obtener un permiso de ingreso legal a Estados Unidos, afirman sentirse preocupados ya que las citas programadas para ellos tomarán lugar en puertos fronterizos alejados de donde se encuentran.

«La cita me tocó el día 18, la tengo en Hidalgo, en Reynosa», dijo a la Voz de América José Antonio Márquez, migrante venezolano.

Con el anuncio del DHS la nueva función de programar citas a través de la aplicación móvil CBP One, para lo que vaticinan un procesamiento fronterizo “humano, ordenado y seguro”, también ha llegado la preocupación y el temor entre los migrantes que han logrado agendar una cita.

«¿Cómo será el proceso a partir de ahora? ¿Qué pasará el 18? ¿Qué te piden? ¿Qué te exigen y si realmente uno tiene la posibilidad de entrar y qué no?», expresó Márquez.

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