A finales de 2022 al menos 1 millón de hogares nicaragüense ajustará por medio de las remesas el pago de la canasta básica, en gran parte como resultado del éxodo masivo de los ciudadanos que emigran principalmente a Estados Unidos, estima Manuel Orozco, Director, Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, un centro de pensamientos con sede en Washington.

De acuerdo con datos oficiales del Banco Central de Nicaragua, de enero a junio el país recibió un total de 1.396 millones de dólares en remesas, un 35,5 % más que en el mismo período del año anterior.

Y esos datos coinciden con los del año fiscal 2022 de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos​ (CBP por sus siglas en inglés) que registró un récord de 2,7 millones de detenciones de migrantes, 164.600 de estos nicaragüenses.

Orozco comenta a la Voz de América que las remesas en Nicaragua ya representan el 60 % del ingreso total del hogar que depende de remesas y es que el salario mínimo en el país centroamericano ronda entre 200 y 300 dólares mensuales y no alcanza para costear la canasta básica cuyo costo oscila los 510 dólares y el costo de vida anda por 1.000 dólares.

“Este dinero apoya a que la gente pueda comprar no solo alimentos, sino subsidiar cosas importantes como datos de internet o pagar la electricidad que es de las más caras en Centroamérica, y ronda un promedio de 40 dólares por hogar”, indica el experto.

Leer además: Báez: «En la persecución Jesús no quiere una Iglesia callada»

La otra cara de las remesas

Aunque los indicadores representen un alivio a las finanzas de los nicaragüenses que aún sigue en el país, a mediano y largo plazo esto tendrá sus consecuencias, advierte el economista y exdiputado Enrique Sáenz.

Si bien las remesas son “una tabla de salvación y un colchón social” que permite que la gente pueda sobrellevar la carestía de la vida, el subempleo y el desempleo, por otro lado “es una tragedia” porque en esta población generadora de recursos económicos que migró “va mano de obra calificada”.

Leer además: EE.UU extiende TPS a Nicaragua por dos años

“Ahí va gente que invirtió, familias que invirtieron, pero además el Estado, los nicaragüenses con sus impuestos, invirtieron en profesionales y técnicos en todas las ramas.. estás perdiendo fuerza de trabajo. Tu capacidad productiva para el corto y el mediano plazo, pero sobre todo para el mediano y el largo plazo, la estás perdiendo y la estás perdiendo para siempre”.

Por otro lado Saénz alerta de una alteración «en lo que se llama la estructura demográfica del país».

«Si vos perdés alrededor del 7 u 8 % de la población, esto nos coloca al nivel de Afganistán, de Siria, sin tener guerra y sin una catástrofe natural. Aquí la catástrofe es la permanencia de Ortega en el poder, que perdás 8 % de la población en esa pirámide y es la estructura de la gente de 15 a 40 años, ese es un costo que lo vas a pasar pagando por décadas definitivamente».

El gobierno del presidente Ortega ha culpado a las sanciones de Estados Unidos por por la migración de nicaragüense. «Sigan imponiendo sanciones y tendrán más migrantes», subrayó el mandatario a finales de octubre.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *