En el marco de la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), la comunidad internacional “debe demostrar” su vocación democrática aplicando más presión a la dictadura nicaragüense a través de sanciones inhabilitantes, señaló el analista internacional Carlos Sánchez Berzaín.

El especialista, en una entrevista a Café con Voz, expresó que el régimen de Daniel Ortega muestra debilidad al expulsar embajadores y pretender aislar a Nicaragua para que no exista incidencia internacional en el rumbo político del país.

Ortega arremete contra la Iglesia Católica, la Unión Europea y Estados Unidos, ¿qué significa esto?

Es un terrorismo de Estado. En lugar de que un gobernante cumpla la ley, Ortega comete más y nuevos delitos desde el poder para amedrentar a la población.

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Él está generando miedo a la población y está tratando de fortalecer el pequeño grupo que lo respalda. No tiene nada que perder, porque es un criminal confeso y repite todo lo que le sugiere Cuba.

La dictadura está en el máximo de la violación de derechos humanos, ejerciendo terrorismo de Estado. Lo que hace el dictador es la forma más burda de ejercer la dictadura, que está sin economía, sin pueblo, repudiada por la comunidad internacional y que está viendo sus últimos días.

¿Qué se puede esperar en la 52 Asamblea General de la OEA?

Hay que hacer que los países democráticos que se apliquen el mismo tipo de sanciones que se le aplicó a Rusia. Si se aplican a Nicaragua la cuarta parte de esas sanciones, la dictadura se acaba.

Hay que quitarles todas las embajadas, cortar cualquier tipo de comercio e inhabilitar el sistema de banca en Nicaragua. Es importante que de las dictaduras no se sale con negociación.

La resolución de la Asamblea General de la OEA utiliza un lenguaje demasiado suave “que invita” a Ortega a liberar a los secuestrados políticos.

El tiempo de las declaraciones ya terminaron. No se pueden seguir haciendo declaraciones que son retórica frente a la existencia de presos políticos y la agresión a los derechos humanos de los nicaragüenses.

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El cuadro de Nicaragua es de crisis humanitaria por violación de derechos humanos y se necesita que se actúe. Por eso reclamo a la Comunidad Internacional que impongan sanciones concretas.

¿Qué más podría hacer la Comunidad Internacional?

Las democracias tienen que darse cuenta que las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua son parte de una organización criminal.

En Cuba, Venezuela y Nicaragua no hay respaldo político y tienen crisis humanitarias. Estos países son narcoestados señalados de operadores del narcotráfico y lo único que queda esperar es que la comunidad internacional cumpla con sus obligaciones.

Uno de los pocos países que imponen sanciones es Estados Unidos. También tenemos que ver sanciones de otros países democráticos.

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