Este jueves 7 de abril, más 400 líderes religiosos de distintas denominaciones de Estados Unidos han firmado una carta abierta a la dictadura sandinista instándola a que libere a los secuestrados políticos.

Entre las personas que firmaron la carta están católicas, episcopales, judías, protestantes de diferentes denominaciones, musulmanes, budistas, hindúes y personas de otras tradiciones religiosas.

“Pensamos en Nicaragua por la tragedia vivida en el país en los últimos cuatro años causando sufrimiento a cientos de miles de nicaragüenses”, reza la carta.

Recuerdan a las víctimas de abril

Asimismo, recordaron a todos asesinados en las protestas de abril de 2018, así y los miles de heridos que todavía siguen sufriendo secuelas.
“Recordamos a las más de 150 mil personas que han huido de la violencia buscando paz, tranquilidad y una vida digna porque en su propio país se sienten amenazadas. Y hoy también recordamos a las personas que siguen encarceladas, y que han sido juzgadas y condenadas sin el debido proceso legal por disentir y por haber levantado su voz a favor de los derechos humanos y la justicia”, detalla la carta.

En su carta, las y los firmantes le preguntan a la dictadura: “¿Cómo hablar de paz y reconciliación con tantas familias sufriendo los efectos devastadores del encarcelamiento, el destierro y el duelo? ¿Cómo puede una nación prosperar bajo el peso de tanto sufrimiento?”

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Por tanto, indicaron que es responsabilidad de todo gobierno el defender y proteger la vida de todas las personas del país, incluyendo a quienes disienten.

“Y es nuestra responsabilidad, como personas de fe, levantar la voz cuando un pueblo se siente indefenso”, agregaron.

Los firmantes aseguran que sólo puede haber progreso en un país cuando las personas tienen libertad de expresión y la dignidad de todas es valorada y protegida, también le recordó que sólo se logra paz y estabilidad cuando los derechos de todo el pueblo son respetados.

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Además, manifestaron que la reconciliación es fruto de la justicia y las palabras de reconciliación vuelan como polvo en el viento si no tienen raíces en acciones concretas que abonen a la convivencia y al bien común.

“Durante este tiempo de oración, reflexión, ayuno y conmemoración, nosotras, personas de fe, urgimos al gobierno de Nicaragua a que escuche el clamor de su pueblo y libere a las más de 170 personas encarceladas por disentir del rumbo del gobierno. Esto sería un paso importante para lograr tranquilidad dentro de la gran familia nicaragüense. La paz sólo es posible con justicia”, demandaron los firmantes.

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