El Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, pudo decidir no debatir la presentación del informe de su gestión ante la dictadura de Daniel Ortega para permitir el ingreso de una comisión de alto nivel a Nicaragua, por una eventual falta de votos en el Consejo Permanente para declarar la ilegitimidad del régimen nicaragüense.

El politólogo Carlos Murillo, en entrevista en Café con Voz, expresó que en América Latina existen “reacomodamientos políticos” que podrían llevar a que los países miembros de la OEA tomen posturas distintas frente al dictador Daniel Ortega.

 “Hay un reacomodo de fuerzas entre los países latinoamericanos, evidenciado en quiénes enviaron representantes diplomáticos el 10 de enero. Porque al enviar representaciones, se está haciendo un reconocimiento tácito a la toma de posesión de un gobierno a raíz de unas elecciones cuestionadas a nivel internacional”, dijo Murillo.

Murillo destacó que el mundo enfrenta una coyuntura atípica que responde a una relación de fuerzas en Centroamérica y en toda América Latina.

“En el Consejo Permanente de la OEA pueden faltar votos para aprobar una resolución condenando al régimen de Ortega y Murillo. Por esta razón, el Secretario General podría estar optando por esperar”, añadió.

Silencio es preocupante

La coyuntura adversa a nivel global, pone a Nicaragua en último plano, llevando a que las organizaciones regionales guarden silencio sobre la crisis sociopolítica, señala Murillo.

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“Si coincido en que hay un silencio preocupante para los intereses del pueblo nicaragüense y que puede reflejar que no haya en este momento, la preocupación de la comunidad internacional se encuentre en puntos álgidos fuera de la región. Lamentablemente esto está pasando a segundo lugar”, destacó.

¿OEA pretende dialogar con un régimen ilegítimo?

Murillo destacó que los diálogos a nivel diplomático se dan a nivel de estados y no de administraciones, por lo que en un eventual diálogo entre la OEA y la dictadura, no necesariamente se estaría reconociendo la legitimidad de esta última.

“En este momento, Nicaragua es un estado reconocido. No todos los estados que tienen relaciones diplomáticas con Nicaragua reconocen al régimen de Ortega y Murillo. En las conversaciones de la OEA, no se reconoce al gobierno pero si al Estado”

Por otro lado, destacó que la dictadura cuenta con el respaldo de dos potencias populistas.

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“Taiwán mantiene relaciones con alrededor de trece países que lo reconocen, pero ningún país es una potencia. En el caso de Nicaragua, hay dos potencias que están legitimando la reelección de Ortega, que están apoyando. Tiene muy poco reconocimiento del origen del nuevo período de la dictadura. Son muy pocos países, pero son de peso. Ahí vamos a ver la capacidad de gestión de la OEA para manejar el caso nicaragüense y no creo que sea fácil”

Dictaduras, una epidemia en la región

Murillo sostiene la teoría de que los gobiernos de izquierda y derecha desaparecieron y que en su lugar, se han instaurado dictaduras populistas que tienen como objetivo, beneficiar a élites.

“No son gobiernos socialistas. Son gobiernos populistas autoritarios que no están pensando en la población, sino que piensan en el beneficio de una élite. Lo mismo puede pasar con la derecha. A mí no me gusta hablar de derechas o izquierdas”, añadió.

Organismos regionales al borde de la “inutilidad” frente a Ortega

Murillo resaltó que la dictadura de Ortega está desafiando la capacidad de gestión de la OEA y que mantiene congelado al SICA, por lo que no pueden declarar ilegítimo al régimen nicaragüense.

“Esa ilegitimidad debe lograrse a través de una resolución que tenga la mayoría de votos. Hay que esperar la asunción de Xiomara Castro en Honduras, para ver qué posturas va a tomar”, afirmó.

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“El SICA está congelado porque hay un problema serio con la presidencia pro-témpore, que la ostenta Nicaragua, porque países como Panamá no reconocen a Ortega, entonces, ¿cómo van a atender una convocatoria de una presidencia pro-témpore ilegítima?”, añadió.

Dictadura de Ortega no está aislada aun

Al contar con el apoyo de China y Rusia, la dictadura nicaragüense cuenta con pocos aliados, pero entre estos, dos potencias.

“Está aislado de los gobiernos democráticos, pero no de la comunidad internacional. Ortega lo ha dicho que con quien hay que negociar es con Estados Unidos. China y Rusia le pueden aportar muchas cosas en esta coyuntura”, señaló.

En este sentido, Murillo señaló que la dictadura de Daniel Ortega está introduciéndose en un juego geopolítico en medio de “tambores” que podrían anunciar el eventual estallido de una tercera guerra mundial.

“Lamentablemente, acá hay un juego de poder en alta política que podría provocar una tercera guerra mundial si Rusia decide invadir Ucrania y si China decide invadir Taiwán”, destacó.

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