Pese a que los datos del propio Ministerio de Salud revelaron en su registro 568 infectados por el virus SARS COV 2 (Covid-19) la semana anterior, el dictador Daniel Ortega, desligó los fallecimientos al repunte de contagios y atribuyó estos decesos a otras enfermedades, en un acto público donde aprovechó para atacar a la iglesia católica.

Durante el acto del 37 aniversario de fundación de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), el dictador Ortega, imputó los fallecimientos reportados por el independiente Observatorio Ciudadano COVID 19, a enfermedades crónicas y desestimó el llamado a cuarentena voluntaria.

Hay que saber salir a la calle haciéndolo con cuidado, hay que saber ir al trabajo haciéndolo con cuidado. Es decir, todos los días aún sin epidemia si no se transita con cuidado ahí está la muerte; cuantos muertos por accidentes de tránsito, niños, jóvenes, adultos y eso que la policía hace un esfuerzo enorme”, expresó el tirano frente a su guardia personal.

Reconoce donación de vacunas

Por otro lado, Ortega reconoció las donaciones de vacunas que han hecho diferentes países a Nicaragua, a pesar de los ataques que ha realizado contra España y Estados Unidos quienes han distribuido dosis por medio del mecanismo COVAX.

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Hay que reconocerlo, independientemente de las diferencias que tengamos en el orden político ideológico, hay que reconocer que ha habido un aporte a un fondo común (…) y eso ha permitido que aquí recibamos vacunas y vayamos avanzando en la vacunación, teniendo en cuenta como bien lo sabemos, que las primeras personas que hay que proteger con la vacuna, son las personas que tienen enfermedades graves, tan graves que la misma enfermedad lo lleva a la muerte en cualquier momento” añadió el dictador.

Nicaragua recibe donación de vacunas por medio del mecanismo COVAX. Foto Cortesía / OPS

Dictador ataca a obispos y justifica juicio contra Luis Rivas Anduray

No obstante, el mandatario aprovechó su discurso para arremeter contra sacerdotes de la iglesia católica y opositores, a quienes catalogó de “demonios con sotana” y “terroristas de saco y corbata”, recordando el estallido cívico del 2018.

La paz, la garantizan el estado con sus instituciones, instituciones como la policía y el ejército (…) recordemos lo que pasaba con las ambulancias en el 2018, no dejaban pasar las ambulancias los terroristas (…) o cuando los terroristas de saco y corbata que mandaban y pagaban a los pandilleros para que cometieran tropelías y crímenes, los terroristas de saco y corbata y los de sotanas, si, los demonios de sotanas” imputó Ortega.

En su discurso, el dictador señalado de violar los derechos humanos, habló sobre «justicia» que se aplica contra «un banquero que lavaba dinero y sembraba el terror», justificando de esta manera, el juicio político que e régimen lleva a cabo contra el exgerente general del Banco de la producción (Banpro), Luis Rivas Anduray.

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Anduray es procesado por los supuestos delitos de portación o tenencia ilegal de armas de fuego; fabricación, tráfico, tenencias y uso de armas restringidas, sustancias o artefactos explosivos y conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y fue remitido a audiencia inicial llevada a cabo en secreto, el pasado seis de septiembre.

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