El Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó un reciente informe en el que destaca que el régimen de Daniel Ortega no hace nada ni permite a las oenegés que trabajan el tema de trata de personas, que ayuden a eliminar los riesgos de este delito. También denuncia que funcionarios de la dictadura son cómplices de la esclavitud sexual.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó un informe en el que destaca que Nicaragua se encuentra en el nivel tres de los países que luchan contra la trata de personas en la región. De acuerdo con el reporte, Nicaragua no cumple  plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata y no está haciendo esfuerzos significativos para hacerlo, incluso considerando el impacto de la pandemia COVID-19, si lo hubiera, en su capacidad de lucha contra la trata; por lo tanto, Nicaragua permaneció en el Nivel 3.

Aunque destaca que el régimen de Ortega ha encarcelado a cuatro traficantes de personas, destacan que siguen minimizando la gravedad del problema y que no han seguido haciendo investigaciones ni coopera con las oenegés que abordan el tema en Nicaragua. 

Funcionarios del régimen de Ortega son cómplices

Asimismo, el documento resalta que el régimen dejó de luchar contra la trata de personas en el segundo trimestre de 2020, apañando a empleados del gobierno quienes se han convertido en cómplices del delito.

“El gobierno no reconoció que los traficantes exploten a los nicaragüenses en países extranjeros, a pesar de los informes de los medios de comunicación de que funcionarios extranjeros identificaron a varias víctimas nicaragüenses en 2020. El gobierno no informó de ninguna investigación, enjuiciamiento o condena de empleados del gobierno cómplices de delitos de trata, a pesar de la corrupción endémica y complicidad oficial generalizada”, dice el informe.

También, los funcionarios estadounidenses afirman que el régimen de Ortega disminuyó los esfuerzos para hacer cumplir la ley. La Ley contra la Trata de Personas de 2015 tipifica como delito la trata sexual y laboral y prescribe penas que van de 10 a 15 años de prisión.

En cuanto a la protección de las personas víctimas de trata, el Departamento de Estado de los EEUU resaltan que el régimen redujo sus esfuerzos para brindar seguridad a las afectadas.

Además, indican que, aunque el régimen reconoció a las víctimas en el primer trimestre de 2020, no les brindaron refugios y otro tipo de apoyo para la vivienda, al contrario, ordenó el cierre de dos oenegés que se dedicaban a esta labor de atención a las víctimas.

“El gobierno no informó sobre los esfuerzos para detectar o identificar a las víctimas de la trata entre las poblaciones migrantes o las personas en el sexo comercial. La ley nicaragüense preveía visas humanitarias para las víctimas extranjeras de la trata, pero el gobierno no reconoció a ninguna víctima extranjera en 2020. El gobierno no informó sobre los esfuerzos para detectar o identificar a las víctimas de la trata entre las poblaciones migrantes o las personas en el sexo comercial”, agregó el informe.

Ruta del tráfico de trata desde Nicaragua

Según el reporte de investigación del gobierno estadounidense, las redes de tratantes de personas que operan desde Nicaragua, captan a mujeres, niños y migrantes, a quienes los someten a explotación sexual dentro y fuera del país.

Asimismo, sostienen que los tratantes utilizan las redes sociales para reclutar a sus víctimas, así como en las áreas rurales o regiones fronterizas con falsas promesas de trabajo con alta remuneración económica, pero el fin es someterlos al trafico sexual y laboral.

“Los traficantes utilizan cada vez más los sitios de redes sociales para reclutar a sus víctimas, que se sienten atraídas por las promesas de altos salarios fuera de Nicaragua para trabajar en restaurantes, hoteles, construcción y seguridad. Los traficantes también reclutan a sus víctimas en áreas rurales o regiones fronterizas con falsas promesas de trabajos bien remunerados en centros urbanos y lugares turísticos. donde los someten a tráfico sexual o laboral. Las mujeres y los niños nicaragüenses son objeto de trata sexual y laboral en las dos regiones autónomas del Caribe, donde la falta de instituciones policiales sólidas, la pobreza desenfrenada, una mayor tasa de delincuencia y la reciente devastación de los huracanes Eta e Iota aumentan la vulnerabilidad de la población local”, destacan.

Por otro lado, también reflejaron que hay redes de trafico de personas que operan desde Nicaragua para exportar a mujeres y niñas a otros países como Estados Unidos y Europa, engañándoles con buenos trabajos, pero que al final son víctimas de violencia sexual y chantajes, obligándolas a pagar la inversión de pasaje, estadía y alimentación.

“Según los informes, los nicaragüenses que migran a otros países de América Central y Europa son vulnerables y han sido víctimas de la trata sexual y laboral, tanto en tránsito como después de haber llegado a sus destinos. Además, los expertos informan que los traficantes son blanco de la trata sexual y laboral de niños nicaragüenses cuyos padres dejaron el país para trabajar en el extranjero. Los adultos y niños nicaragüenses están sujetos a la trata laboral en la agricultura, la construcción, la minería, el sector informal, y servicio doméstico dentro del país y en Costa Rica, Panamá, Estados Unidos y otros países”, resaltó.

El Departamento de Estado recomendó a Nicaragua enmendar la ley contra la trata de personas de 2014 para incluir una definición de trata de personas consistente con el derecho internacional, así como, aumentar los fondos para la protección de las víctimas, financiar el fondo de trata y brindar servicios especializados para las víctimas de la trata.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *