El Ejército Sandinista negó una vez su participación en la masacre de abril con personal o con armas a como lo han demostrado diversas evidencias de vídeos y a como lo aseguró el ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Solís la semana pasada en una entrevista con medios independientes de Nicaragua que transmiten desde Costa Rica.

El vocero del Ejército Sandinista, Álvaro Rivas, en una entrevista con el diario La Prensa, afirmó que los señalamientos en contra de las fuerzas armadas “no tienen ningún fundamento y de todas aquellas personas que tratan o señalan a nuestra institución sobre acciones que nunca hemos hecho”.

«Tengo la percepción que las armas efectivamente eran armas del Ejército, eso es una cosa que es muy difícil de negar, ustedes tres lo saben (los periodistas), lo cual implica algún grado de participación, haber dado armas, haber dado armas a la policía y paramilitares, ellos han dicho que no, que esas armas salieron de la calle y que no fueron ellos que la dieron, pero es algo que hay que investigar más a fondo», dijo Solís.

“El Ejército de Nicaragua reitera que tiene control absoluto de su personal, armamento y medios de todo tipo”, dijo el vocero del Ejército Sandinista. 

Álvaro Rivas, vocero del Ejército Sandinista. (Cortesía La Prensa)

Solís dijo que una de las razones que le motivó a renunciar y denunciar fue cuando tuvo a la vista, los dictámenes de Medicina Legal, que evidenciaban el uso de francotiradores para «asesinar» a los jóvenes en 2018.

«Yo me leí todos los dictámenes antes de renunciar y lo que más me impactó fueron los francotiradores tirando directo a tres lugares, a la cabeza a la parte del cerebro nuca, o tiraban a la parte frontal al cuello o al corazón y la gran cantidad de dictámenes de Medicina Legal, a lo cual yo tuve acceso porque yo era Magistrado y podía pedirlo (…) ese tipo de procedimiento te indica que hubo una dirección de asesinar a estos muchachos que no fue un enfrentamiento normal», expresó Solís.

El «discurso» y los hechos

Rivas dijo que no existe un solo hecho donde esté involucrado personal de nuestra institución en actividades de orden público. “Hacemos un llamado a nuestro pueblo para que no se deje manipular por las campañas calumniosas contra este ejército, que está al servicio de todos los nicaragüenses, sin distingo de ninguna naturaleza”, señaló el guardia.

Sin embargo, existen vídeos que muestran que el 30 de mayo de 2018, cuando se realizó la «Madre de todas las marchas», en el Hospital Militar entraron y salieron camionetas con paramilitares armados hasta los dientes. Además el jefe del Ejército Sandinista, Julio César Avilés, fue sancionado por Estados Unidos por alinearse políticamente al régimen de Ortega.  

El Departamento del Tesoro del Gobierno de Estados Unidos además impuso sanciones porque Avilés «se negó a ordenar el desmantelamiento de las fuerzas paramilitares durante y después de los levantamientos políticos que comenzaron el 18 de abril de 2018”. https://cafeconvoz.com/2021/04/01/ryan-berg-ley-renacer-debe-servir-para-sancionar-al-ejercito-y-sus-finanzas/

A pesar que el régimen de Daniel Ortega descalifica los informes de los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, el Ejército los utiliza de escudo para negar su participación en la represión “CIDH, Human Rights Watch, Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Meseni, GIEI, en los informes emitidos no señalan al Ejército de Nicaragua de haber participado en los hechos ocurridos a partir de abril de 2018”

Sobre las sanciones individuales al Jefe del Ejército, Julio César Aviles, «hay personas que opinan sin conocimiento, dichos planteamientos son irresponsables y malintencionados. Rechazamos plenamente, toda acción injerencista de un Estado sobre otros estados” 

Respecto a los vídeos que circulan en redes sociales en los que se observa a militares entrenando y gritando consignas a favor de Daniel Ortega, el vocero explicó que no son tropas militares, sino de la sancionada policía sandinista.

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