En el operativo se detuvo a dos mujeres nicaragüenses y un varón boliviano, quienes se dedicaban a ser traficantes de personas desde Nicaragua con el objetivo de explotarlas laboralmente.

La policía autónoma del País Vasco, en España, conocida como los Ertzaintza, detuvo a una banda de traficantes y tratantes de personas nicaragüenses, quienes se encargaban de captar mujeres en Somoto, Nicaragua, para luego trasladarlas con engaños la Comarca de El Valle de Arratia en Bizkaia, en esa localidad en España.

Entre los detenidos como traficantes de personas hasta el momento perfilan dos mujeres nicaragüenses y un varón boliviano, quienes, según la investigación del departamento de seguridad de los Ertzaintza, facilitaban el viaje y permanencia irregular de las mujeres en España, explotándolas laboralmente como trabajadoras del hogar interna.

La organización desde Nicaragua pedía títulos de propiedades de las víctimas, como garantía de pago de los gastos que estaba haciendo la banda de tratantes y explotadores, para trasladarlas hasta España. 

Los tratantes proporcionaban cerca de 1,000 dólares por cada migrante para supuestamente realizar los pagos de boleto de avión, tasas migratorias y todos los documentos requeridos por Migración Española y de esa manera poder ingresar al país europeo.

De acuerdo con los especialistas de la Sección Central de Delitos contra las personas de la Ertzitaintza, dirigida por el Juzgado de Instrucción número tres de Durango; una vez en territorio español, la organización de explotadores y tratantes obligaban a las víctimas a firmar un contrato, en el que se comprometían a pagar la cantidad de 10,000 euros por el viaje, de lo contrario, se le iban a quitar propiedades familiares que antes habían sido entregadas por las nicaragüenses como garantía de pago. 

Las averiguaciones revelan que las mujeres que sufrían explotación laboral de parte de la organización de tratantes, rondan las edades de entre 20 y 40 años de edad, quienes tenían que trabajar día y noche de internas en sitios donde se les explotaba laboralmente, la banda se quedaba con el pago y algunas solo tenían un día de descanso, mientras que otras pasaban los siete días de la semana encerradas en sus puestos para pagar la deuda contraída con engaños.

Banda operaba desde 2017

En la operación denominada “Bueltaka” inició en noviembre de 2020, cuando el departamento de investigación de la Ertzaintza recibió una denuncia de explotación laboral. Dentro de las pruebas con las que ahora cuenta la policía del país Vasco encontradas en la vivienda donde operaba la organización, se encontraron documentación que demuestra que la estructura funcionaba desde 2017, explotando a más de 20 mujeres.

Los tres detenidos fueron puestos a la orden del judicial del país Vasco, en España, quienes enfrentaran cargos por tráfico ilegal de personas, favorecimiento de la inmigración ilegal y trata de seres humanos con fines de explotación laboral, en el seno de organización criminal.

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