Obispo Silvio Báez

El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, llamó el domingo a no dejar que el veneno del egoísmo, la indiferencia y la ambición, prevalezcan en la vida de los seres humanos, pues son nocivos para alcanzar la felicidad y la misma vida.

Báez durante su homilía en la iglesia de Santa Agatha en Miami, afirmó que los seres humanos son continuamente mordidos por serpientes que les inoculan venenos mortales que oscurecen la mente, secan el corazón y arrebatan la felicidad y la vida.

«Hace mucho daño el veneno del egoísmo, pues nos deja a merced de nuestros instintos y nos lleva a considerar a los demás como cosas para manipular o rivales a quienes vencer», dijo monseñor Silvio Báez.

La indiferencia y la ambición

«Es terrible el veneno de la indiferencia, pues nos seca el corazón, nos hace acostumbrarnos al mal y a la injusticia y nos vuelve fríos espectadores del sufrimiento de nuestros hermanos», añadió.

Sostuvo que «es mortal el veneno de la ambición, pues nos impulsa a acumular riquezas y tener poder a toda costa, incluso al precio de arrebatarles la dignidad y la libertad a los demás. Todos estos son venenos terribles frente a los cuales no hay antídoto humano que nos pueda sanar».

Vivir el Evangelio y sentir el dolor de los demás

Báez, quien desde abril de 2019 se encuentra en un exilio involuntario, señaló que el evangelio «no es una hermosa doctrina religiosa que nos enseña cómo ser buenas personas, sino la experiencia del amor infinito de Dios que es el fundamento de nuestra alegría y de nuestra esperanza». https://cafeconvoz.com/2021/03/07/monsenor-baez-no-anteponer-clima-de-negocios-y-enriquecimiento-a-la-institucionalidad/

El obispo Auxiliar dijo que quien ama de verdad no se queda lejos ni ve con indiferencia el dolor de quien ama. «Quien ama de verdad no se contenta solo con palabras, sino que sale de sí mismo y se da por entero por el bien de quien ama», expresó.

Asimismo afirmó que Jesús no fuerza a nadie. «Le toca a cada uno aceptar o rechazar su amor. La decisión fundamental en la vida es creer o no creer en el amor, confiar o no confiar en el amor: “El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree ya está juzgado” (Jn 3,18). Quien rechaza el amor, se excluye del amor», citó.

El acomodarse al mal y la oscuridad

El obispo Báez, manifestó que la tragedia del mundo y de vida de cualquier ser humano «es llegarnos a sentir cómodos en la oscuridad y acostumbrarnos a los calambres dolorosos que nos produce el veneno del pecado. Lo peor que nos puede ocurrir es ver como normal la mentira, la injusticia y la violencia».

«Quien elige el mal y se ampara en la mentira, elige las tinieblas y llega a perderse irremediablemente. Quien elige la verdad y el bien, se abre a la luz y vive iluminado por la luz», concluyó el obispo silvio Báez.

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