Paulo Abraō, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), analizó el informe de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas (Oacnudh), emitido este miércoles, que señala que la dictadura de Nicaragua sigue perpetrando violaciones a derechos humanos y promoviendo la impunidad.

El abogado, catedrático y defensor de derechos humanos, Paulo Abraō, exsecretario ejecutivo de la CIDH señaló que en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega, sigue violando derechos humanos y promoviendo «terrorismo de Estado» y coincidió con el informe de la Oacnudh, en resaltar en que en este país se ha instaurado un estado policial y de excepción.

Para el experto en temas de derechos humanos, la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018, sumado a la crisis generada por el paso de dos huracanes (Eta e Iota), sumado a la pandemia del Covid-19, han provocado una profundización de la situación de crisis que viven los ciudadanos.

“Significa que esta crisis sigue teniendo sus raíces en toda la fragilidad institucional del país, y también apunta a una fragilidad al estado de derecho, una violación de derechos humanos sin respuesta y profunda impunidad…profundiza una crisis que se arrastra hace tiempo y va desnudando toda la incapacidad del Estado de responder ante esta situación y que no ha tenido de parte de las autoridades del país para responder al conjunto de personas victimas”, expresó Abraō.

Asimismo, Paulo Abraō manifestó que persiste el autoritarismo de parte del régimen de Ortega en contra de la oposición, a quien no dejan organizarse ni manifestarse de cara a las elecciones generales de noviembre de este año.

“Prácticamente comprendo que son acciones de terrorismo de estado, con el fin de intimidar a la oposición política, a las organizaciones de la sociedad civil, de intentar liquidar los pocos espacios ofrecidos a la critica del país por medio de persecuciones a la prensa y periodismo independiente… también las Naciones Unidas, actualiza las lecturas sobre los efectos de las leyes autoritarias que permite al gobierno que intentan regularizar las acciones totalitarias del gobierno”, resaltó el abogado brasileño.

Continúan negando que el sol sale de día

Por otro lado, el experto dijo que Ortega persiste en negar la represión desatada por policías y paramilitares, contra la población que desarmada salió a exigir la derogación de una fallida reforma a la Ley de seguridad Social, que por medio de decreto había impuesto el dictador.

“Es un estado de negación también frente a los cuestionamientos que se hicieron sobre la respuesta del Estado a la pandemia, (que) intentó estigmatizar como traidores, como golpistas o acusando a la oposición de orquestar un golpe, o campañas de desinformación masiva en el contexto de la pandemia, cuando simplemente la población estaba exigiendo de las autoridades una eficiencia en la adopción de las medidas para la contención de la pandemia”, mencionó.

Leyes represivas traen lógica «muy perversa»

Para el experto en temas de derechos humanos; el informe destacado por la Oacnudh, revela que la dictadura, por medio de la aprobación de la Ley de los Agentes Extranjeros, conocida como «Ley Putín», así como con la nueva legislación de Ciberdelitos y la reformas constitucional para imponer pena perpetua, busca intentar un ambiente de hostigamiento a la sociedad civil, amenazándolas con llamarlas agentes extranjeros o terroristas, para luego considerarlas por la Ley Mordaza, como personas que cometen delitos de odio y luego encarcelarlas de por vida.

“Es una lógica muy perversa de una legalidad que se está construyendo para consolidad una práctica totalitaria de un régimen que tienen muy poco aprecio a las libertades públicas”, opinó Paulo Abraō.

Por otro lado, Abraō dijo que Nicaragua está cada vez más aislada al escrutinio internacional, evitando que puedan ayudar a solucionar los problemas que enfrenta el país. También sostuvo que las políticas de Ortega no quieren ceder a una investigación porque esconde algo que le provoca temor.

“Esa es la practica de los regímenes totalitarios, no tienen la tradición y ningún aprecio en rendir cuentas sobre sus actos, son típicas posturas de quien tiene algo que esconder”, refirió.

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Represión aumentará

El exsecretario ejecutivo de la CIDH, reveló que todavía sigue teniendo información de familiares de victimas de la represión desatada desde 2018 y lo que avizora para el país considera que no es alentador.

“Cada vez que se acercan la elecciones, el ambiente opresivo va subiendo; y hay mucho temor de que esta marcha de radicalización en la víspera electoral, pueda profundizar las graves violaciones de derechos humanos, es muy importante que puedan seguir organizándose porque la única garantía para generar justicia inmediata y capacidad de documentación para que algún día alcancemos justicia, es la organización de la sociedad civil, están demostrando un ejemplo en la región único, porque a pesar de la represión siguen alzando su voz”, expuso.

 Nicaragua es incompatible con democracia

Asimismo se refirió también a que Nicaragua no tiene las garantías mínimas para asegurar que las elecciones del siete de noviembre de este año sean democráticas, libres, justas y transparentes, pues en vez de permitir que la oposición pueda reunirse y organizarse, reprime, violenta y pretende inhibir y acusar a los disidentes.

El ex secretario de la CIDH, dijo que otro de los factores que hacen que Nicaragua carezca de democracia, es el hecho que el régimen todavía mantenga en las cárceles a los reos políticos, que no tendrán la oportunidad de votar, sumado a la persecución que se realiza contra los nicaragüenses en el exilio.

“No hemos visto ninguna disposición por parte del gobierno en abrirse de manera democrática, hay dudas, cuestionamientos en todos estos elementos que aquí estamos discutiendo que tampoco pueden ser conclusivas en este momento, porque la ONU ha llamado a Nicaragua a ofrecer las garantías para elecciones libres y transparentes”, explicó.

Abraō pidió a la oposición nicaragüense mantener en su agenda la exigencia de reformas a la Ley Electoral, para garantizar un proceso democrático en los comicios generales.

El abogado señaló que el llamado de la ONU para que el régimen de Ortega acepte el regreso de la misión de la Oacnudh, sería una buena señal porque evitaría que se continúe con el terrorismo de Estado. Asimismo dijo que es necesario que se siga presionando desde la comunidad nacional e internacional, pero advirtió que no se puede seguir negociando libertades y derechos humanos, a cambio de concesiones políticas.

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