Golpe de Estado militar en Myanmar

Tras el golpe de Estado que dio el Ejército en Myanmar en la madrugada de este 1 de febrero, se detuvo a la jefa de gobierno Aung San Suu Kyi (premio Nobel de la Paz), y a los principales dirigentes sociales, todo porque a los militares no les gustó que perdiera las elecciones el partido que apoyaban.

El Ejército decretó estado de emergencia hasta celebrar nuevas elecciones, bajo la denuncia de que hubo fraude en los comicios de noviembre. Mientras, el poder lo mantendrá el jefe del Estado Mayor, Min Aung Hlain, lo que devuelve a Myanmar a una dictadura militar y se acaba con el proceso democrático que iniciaron en 2010.

Militares descontentos con resultado electoral

La toma del poder por las armas se debió a que a los militares no quedaron contentos con que el Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo (PSDU), al que apoyan, perdiera las elecciones de noviembre pasado frente al partido gobernante Liga Nacional para la Democracia (LND), de la líder Suu Kyi. 

Al perder, el PSDU se quedó en minoría al obtener solo 33 de los 476 escaños en el Legislativo, lo que acababa con la cuota de poder del Ejército en la toma de decisiones en el país asiático.

Las comunicaciones telefónicas, el acceso a internet y la televisión estatal habían sido interrumpidas, pero se han ido restableciendo aunque lentamente. Las ciudades de Myanmar son patrulladas por tanques y soldados, mientras los ciudadanos hacen filas en los bancos para sacar su dinero.

Los líderes mundiales han reaccionado exigiendo restablecer en el gobierno a la líder Suu Kyi.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un comunicado difundido por la  Casa Blanca, declaró que su gobierno «se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las elecciones recientes o evitar la transición democrática en Myanmar», a la vez que advirtió que «tomará medidas contra los responsables si no se revierten estos pasos».

Los gobiernos de India, Reino Unido, Nueva Zelandia, Japón, Nueva Zelandia y Australia también pidieron liberar a los detenidos y el restablecimiento constitucional.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *