Alianza Cívica

Managua, 11 dic (EFE).- La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia informó este viernes que ha tomado la decisión de prepararse para enfrentar a Daniel Ortega, en las elecciones de 2021, incluso si es contrarreloj, ya que hasta ahora no existen condiciones para su celebración.

«Estamos trabajando pensando en que ese escenario (elecciones) va a pasar, que se logren crear las condiciones de elecciones libres, justas, transparentes y observadas», dijo a Efe el integrante de la Alianza, José Adán Aguerri, quien no descartó que Ortega tome «el espejo de Venezuela» para extender su mandato por otros cinco años.

Aunque las elecciones están programadas para el 7 de noviembre de 2021, el mes clave para saber si habrá condiciones es mayo próximo, cuando expire el plazo de inscripción de aspirantes, y el que la Organización de los Estados Americanos (OEA) otorgó a Ortega para crear condiciones que demuestren unos comicios creíbles.

«Como Alianza Cívica estamos planteando la necesidad de dos carreteras, en primer lugar, el cumplimiento de los acuerdos del 27 y 29 de marzo de 2019, y la segunda, las reformas electorales», indicó Aguerri.

Los acuerdos firmados entre la Alianza y el Gobierno de Nicaragua consisten básicamente en la liberación de los «presos políticos», y que Ortega cumpla con la Constitución nicaragüense, que incluye el respeto por los derechos humanos. Hasta ahora, el presidente no ha cumplido con lo firmado, según los opositores.

Aguerri, miembro del sector empresarial de Nicaragua, recordó que las reformas electorales van más allá de las votaciones.

«Tiene que haber reformas electorales más condiciones habilitantes para poder desarrollar el esfuerzo de proselitismo con los derechos recuperados (…), como la restitución de los derechos constitucionales, el hecho de que podemos, como oposición, hacer proselitismo», señaló.

EL OTRO ESCENARIO: «PERDER-PERDER»

El representante de la Alianza confirmó el interés de este grupo en que los distintos grupos de oposición enfrenten unidos a Ortega, «y luego, con las condiciones para ir a elecciones, con el vehículo, pasar a la escogencia de los candidatos, definir el mensaje, la narrativa, la visión programática que querés presentar a los nicaragüenses».

Aguerri recordó que no se debe descartar un escenario parecido al de Venezuela, «donde la oposición no corrió, y quedó en una posición de perder-perder, tanto para las autoridades como para la oposición, y sobre todo para la ciudadanía».

En este sentido, el dirigente opositor afirmó que la Alianza, una de las corrientes opositoras más importantes de Nicaragua, está tratando de «despertar la conciencia entre la población, de que si logramos esas reformas habilitantes, la gente tiene que salir a votar».

Sobre el riesgo de que uno de los miembros de la Alianza, Ciudadanos por la Libertad (CxL), vuelva a apartarse de la oposición para correr junto con el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en unas elecciones, tal como lo hizo con los comicios de la Costa Caribe de Nicaragua en 2019, Aguerri mencionó que la comunidad internacional «está viendo muy cercanamente lo que está ocurriendo», y el costo puede ser perder legitimidad.

Por ahora, la Alianza Cívica continúa un trabajo acelerado de organización territorial para estar listos en mayo próximo, en caso de que los «presos políticos» hayan logrado su libertad y se pueda hacer proselitismo.

La oposición nicaragüense espera que las elecciones de 2021 sean la oportunidad para acabar con 14 años consecutivos de Gobierno de Ortega, y 40 de dominio político de un personaje al que consideran «dictador».

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