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El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez, afirmó el domingo que “ningún poder político, ningún gobierno, ningún ‘César’ de este mundo, puede pretender ser dios y señor del ser humano”.

En su homilía de domingo, relacionada al evangelio de Mateo sobre licitud de pagar tributo al César, el obispo Báez, fue enfático en explicar que ha habido siempre una mala interpretación de parte de sectores políticos y sociales en el mundo, que pretendiendo apartar a la iglesia de asuntos públicos.

“‘Dad al César lo que es del César, pero a Dios lo que es de Dios’. La frase de Jesús ha sido mal interpretada para establecer una clara frontera entre lo político y lo religioso y para descalificar cualquier intento de hacer desde la fe una interpelación o una crítica a la política y al Estado”, dijo Báez desde la iglesia Santa Agatha en Miami.

“No faltan -añadió el obispo exiliado desde abril de 2019- quienes citando esta frase exigen que la Iglesia no se meta en política como una especie de versión evangélica del refrán “zapatero a tus zapatos”: los políticos ocupados en la vida pública, a sus anchas, y la Iglesia metida en los templos y las sacristías”.

En ese sentido expresó que Dios y el César no se reparten entre sí la obediencia y la sumisión de los seres humanos. “Jesús no imagina a Dios y al César como dos poderes que están al mismo nivel y que se reparten la obediencia de las personas”, dijo.

Añadió que la imagen del emperador pertenece al César, pero que los seres humanos, que son imagen de Dios, y sólo pertenecen a él y solo a él  le deben adoración, obediencia y confianza absoluta. “Dios está en otro plano muy diverso al del emperador romano”, afirmó.

Nadie está a nivel de Dios ni puede quitarnos la libertad

Asimismo dijo que “ningún César de este mundo, ni los faraones del pasado ni los dictadores de hoy, pueden exigir lo que pertenece a Dios. No podemos tolerar que nadie se haga dueño de nuestras conciencias ni nos arrebate nuestra libertad”.

Báez sostuvo que nadie puede imponer a los pueblos en modo despótico su voluntad, ni someterlos con violencia para perpetuarse en el poder, gozar de privilegios a veces absurdos y enriquecerse sin medida. 

“Cuando un régimen se coloca por encima de la ley, atropella los derechos humanos, manipula la justicia y reprime con violencia, no podemos quedarnos pasivos y resignados”, exhortó el obispo Auxiliar.

“Si permitimos que nos arrebaten la dignidad, controlen nuestra conciencia y destruyan nuestra libertad, no solo nos estaríamos resignando pasivamente a una dominación humillante, sino que estaríamos contradiciendo lo que nos enseña hoy Jesús: solo a Dios hay que dar lo que es de Dios”, aseguró.

“Hay que desdivinizar la política”

El obispo Auxiliar señaló que se debe “desdivinizar”, el poder estableciendo mecanismos de fiscalización, promoviendo el debate público dentro de un sano y respetuoso pluralismo, defendiendo y reclamando el respeto de todas las libertades ciudadanas y exigiendo la rendición de cuentas del poder frente a los ciudadanos.

“Los seres humanos no pertenecemos a ningún poderoso ni los pueblos pueden resignarse a vivir doblegados ante ninguna ideología o estructura de poder”, concluyó.

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