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Managua, 13 oct (EFE).- La paz de Nicaragua ha sido interrumpida «desde fuera», afirmó este martes Rosario Murillo.

«Se nos ha interrumpido la paz desde fuera, siempre desde fuera, y en complicidades que siempre se han denunciado», señaló Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, a través de medios del Gobierno.

Nicaragua pidió el jueves pasado respeto a su soberanía después de que el Parlamento Europeo (PE) aprobara una resolución en la que pide a la Unión Europea (UE) que acuerden nuevas sanciones al Gobierno del presidente Ortega si aprueba las leyes que prepara sobre ciberdelitos y agentes extranjeros y no se presta a un diálogo nacional sobre la reforma electoral.

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Un día después, Nicaragua evitó responder de forma directa a las nuevas sanciones aprobadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos contra dos altos cargos del Estado nicaragüense y una financiera manejada por los sandinistas, aunque se declaró «libre».

Los legisladores sandinistas preparan una ley que clasificará como «agente extranjero» a las personas naturales o jurídicas nacionales o de otra nacionalidad «que respondiendo a intereses y obteniendo financiamiento externo utilicen esos recursos para realizar actividades que deriven en injerencia de Gobiernos, organizaciones o personas naturales extranjeras en los asuntos internos y externos de Nicaragua».

Una comisión legislativa, de mayoría sandinista, ya dictaminó de forma favorable esa iniciativa y está lista para ser discutida en el pleno en cualquier momento.
Murillo dijo este martes que la de Nicaragua es «una historia de tanta injusticia desde fuera, foránea, impuesta».

Rosario Murillo hizo énfasis en «el respeto, no para cinco voraces, sino para las mayorías, que requieren, demandan, exigen, un mundo mejor, sociedades justas, con desarrollo justo, no acaparamientos».

Asimismo, Rosario Murillo volvió a arremeter contra los opositores, a quienes llamó «agachados», e insistió en que son «los mismos de siempre, los vendepatria, los entreguistas, los mismos que se creen ilustres, pero la ilustración es otra cosa».

El Gobierno de Nicaragua, al que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) ha señalado de cometer violaciones contra los derechos humanos, ha insistido en que la comunidad internacional no debe involucrarse en asuntos internos, y alega soberanía.

La oposición nicaragüense ha aplaudido y saludado tanto la resolución del Parlamento Europeo como las nuevas sanciones del Departamento del Tesoro de EE.UU.

Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la CIDH, aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.

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