El juicio que inicia el miércoles 19 de agosto, contra la periodista de Bluefields, Kalua Salazar, de Radio La Costeñisima, es una muestra de la animadversión de la pareja dictatorial contra la labor de los comunicadores en Nicaragua, víctimas de constantes ataques contra el periodismo independiente.

El proceso judicial contra Salazar surge luego de que la comunicadora diera a conocer un caso de corrupción en la Alcaldía de El Rama. Este nuevo ataque, según la periodista, se trata de un plan para cerrar la emisora, la cual fuese propiedad del fallecido periodista, Sergio León, a quien antes de morir, la dictadura también tenía un proceso judicial en su contra por informar la verdad.

Piden medidas cautelares contra Kalua Salazar

En los juzgados, la periodista relató que los acusadores estaban pidiendo medidas cautelares en su contra. «Yo espero que todo sea en conformidad a la Ley, que todo sea lo más justo posible (…) la próxima fecha será el 23 de septiembre para poder iniciar con el proceso», detalló Salazar.

Aquí la reacción de la comunicadora al salir de los juzgados:

Ataques al periodismo arreciaron desde abril de 2018

Cuando en abril de 2018 sectores autoconvocados se tomaron las calles de Nicaragua, exigiendo justicia, libertad y democracia, y la salida del poder del dictador Daniel Ortega, el periodismo independiente y los medios de comunicación que no están sometidos al régimen, se convirtieron en uno de los principales blancos de ataque por parte de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes se han caracterizado por tener odio contra el periodismo crítico e intentan acallar a la prensa, para matar la verdad.

El mensaje duro contra el periodismo que no es del agrado de Ortega y Murillo, surgió en abril de 2018, también en Bluefields, con el asesinato del periodista independiente, Ángel Gahona.

Conteo de los ataques al periodismo y medios de comunicación

De acuerdo a los monitoreos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro en relación a los ataques a la prensa libre, en el contexto de las protestas sociales y la represión estatal que se desató en 2018, se han registrado más de 2, 200 actos de agresión contra periodistas y medios de comunicación.

Les presentamos un orden cronológico de los abusos del régimen contra los periodistas y los medios de comunicación, por decir la verdad:

  1. El asalto de paramilitares que causó la destrucción de las instalaciones de Radio Darío, en León, el 20 de abril 2018, quemando infraestructuras y medios de trabajo de la emisora, propiedad de Anibal Toruño.
  2. El asesinato del periodista Ángel Gahona, en Bluefields, el 21 de abril de 2018, que se mantiene en la impunidad.
  3. Agresiones físicas, asaltos, amenazas, espionaje, e intimidación contra los reporteros, por parte de policías y paramilitares al momento de brindar cobertura a las protestas cívicas en todo el país.
  4. Exilio forzado de más de 70 periodistas en Costa Rica, Panamá, México, Estados Unidos, España, entre otros países.
  5. El bloqueo aduanero contra los periódicos durante 500 días, para impedirles acceso a papel e insumos.
  6. El robo y la ocupación policial de las instalaciones de Confidencial y 100% Noticias, desde diciembre 2018.
  7. La censura en el sistema de cable y la televisión abierta contra 100% Noticias, Esta Semana y Esta Noche.
  8. La criminalización del ejercicio del periodismo, el juicio político y el encarcelamiento de los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda durante seis meses.
  9. Recientemente desconocidos dejaron un mensaje funesto contra el periodista independiente y exiliado en Costa Rica, Gerald Chávez, a quien le advirtieron le darían muerte si regresa a Nicaragua.
  10. David Quintana, director de Boletin Ecológico, fue acusado por injurias y calumnias en los juzgados, la denuncia en su contra es hecha por un trabajador del oficialista Canal 8.

Asedio por parte de las estructuras del orteguismo

Muchos periodistas sufren asedio en sus casas por la Policía orteguista, paramilitares y CPC que están al servicio de la dictadura.

Ejercer periodismo en Nicaragua está criminalizado por el régimen Ortega-Murillo, mientras la censura oficial a la información pública es una política de Estado.

En consecuencia, en Nicaragua hoy se hace periodismo bajo el riesgo de la agresión física, el asalto, y el asedio de policías y paramilitares, en condiciones de censura. Durante más de un año y diez meses, la resistencia de la prensa ha descansado en el coraje de los reporteros y los periodistas, quienes continúan su apostolado de informar con la verdad, profesionalismo y objetividad.

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