Managua, 12 ago (EFE).- El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), principal patronal de Nicaragua, mostró este miércoles sus dudas de que el país tenga acceso inmediato a la vacuna rusa contra la COVID-19, a pesar de que el Gobierno de Daniel Ortega anunciara su interés en reproducirla e incluso la ofreció a sus vecinos de Mesoamérica.


«La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que esta es una vacuna que todavía no se tiene certeza de su seguridad y, efectividad, las autoridades médicas nos dicen que, en todo caso, si va a haber una vacuna, no va a ser antes de diciembre, y en países como el nuestro, tampoco la vamos a tener en diciembre», dijo el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, a periodistas.


Tras el anuncio del registro de la vacuna Sputnik V, por parte de Rusia, la esposa del presidente Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo, afirmó que el país está en posibilidad de producirla para distribuirla localmente y exportarla a las naciones vecinas, aunque ayer martes reconoció que en este momento «es una asunto de pruebas».


Nicaragua es uno de los países que se ha ofrecido para reproducir la vacuna de Rusia contra la COVID-19, con base en las estrechas relaciones entre los Gobiernos de Ortega y Vladimir Putin, y por tener la sede del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Méchnikov, de administración rusa.


Aguerri también mostró sus dudas sobre el acceso a la vacuna desde el punto de vista económico, ya que actualmente el Gobierno de Nicaragua, que ha recibido al menos 41.000 pruebas de COVID-19 en donación, vende cada una en 150 dólares, que en el tercer país más pobre de Latinoamérica, detrás de Haití y Venezuela, equivale al 80 % del salario mínimo.


Según el representante de los empresarios, la comercialización de los test de COVID-19 «provoca todo lo contrario de lo que se quiere, (porque) no se están pudiendo detectar esos casos que se pudieran localizar si esta prueba fuera gratuita».


El martes el Gobierno informó que la pandemia de COVID-19 ha dejado 128 muertos y 4.115 casos confirmados, mientras que 3.072 pacientes se han recuperado, desde que la pandemia alcanzó al país a mediados de marzo pasado.


Aguerri mostró una vez más sus dudas sobre las cifras del Gobierno, e instó a los nicaragüenses a no dejar de protegerse, especialmente en el uso de mascarillas. EFE

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