Martha Esperanza Sánchez
Martha Esperanza Sanchez, presa política condenada a 10 años de prisión por la dictadura de Daniel Ortega
Por Café con Voz

María Esperanza Sánchez podrá volver a su hogar en Matagalpa hasta en el año 2030, porque una juez al servicio de la dictadura, condenó a la presa política a diez años de cárcel tras haber sido acusada por la policía bajo servidumbre del régimen Ortega-Murillo por tráfico de drogas.

En efecto, la mujer de 51 años de edad y reconocida opositora y actividad política contra la sangrienta dictadura que azota Nicaragua bajo las órdenes siniestras de los ancianos Rosario Murillo y Daniel Ortega, fue sentenciada a 10 de prisión por la orteguista Juez Primero Distrito de Juicio de Managua, Irma Laguna Cruz, quien impuso la misma pena y una multa de 31,900 córdobas equivalente a 500 días de multa a María Esperanza Sánchez y Víctor Manuel Soza, presos políticos de Matagalpa y reconocidos opositores azul y blanco.

Café con Voz: EE. UU. le dice a la dictadura que deberá pagar por sus crímenes

Presa política
María Esperanza Sánchez, presa política condenada a 10 años de cárcel

Dictadura condena en silencio

El abogado Julio Montenegro, de la organización independiente Defensores del Pueblo, denunció que la sentencia fue dictada el pasado 2 julio y únicamente solo a la Fiscalía, al Ministerio de Gobernación y Policía Sandinista y no a los defensores de los reos políticos.

“Este proceso ha sido anómalo desde el inicio porque los dos procesados fueron detenidos en departamentos distintos. En el caso de María Esperanza Sánchez fue detenida en la Carretera Masaya en su casa de seguridad, donde además (agentes policiales) hicieron un allanamiento ilegal y luego se incorporaron supuestos hallazgos de droga”, explicó Montenegro.

Otros presos políticos y abogados han denunciado que tras la ley de amnistía que se emitió en junio de 2019 para proteger a policías y paramilitares de los crímenes cometidos contra la población civil desde abril de 2018, la sancionada y abusadora de derechos humanos policía sandinista, ha recurrido a implantar drogas y armas a los presos políticos para acusarlos por delitos comunes y evitar que salgan antes de tiempo, porque la ley contra el crimen organizado impide que los reos procesados bajo estos delitos puedan salir antes de finalizar la pena establecida.

Café con Voz: EE.UU. ratifica más presiones a dictadura Ortega-Murillo

Juez Irma Laguna
Juez orteguista Irma Oralya Laguna Cruz, condenó a 10 años de cárcel a la presa política María Esperanza Sánchez

Le plantaron drogas en casa de seguridad

María Esperanza fue detenida el 26 de enero de este año en Managua, en una casa de seguridad donde estaba oculta huyendo de la persecución política de policías, paramilitares y fanáticos orteguistas de Matagalpa.

Ella participaba en las marchas opositoras en su ciudad y desde las redes sociales y fue parte de la red de apoyo a la ciudadanía que estuvo en las barricadas defendiendo sus barrios de los ataques de los policías y paramilitares que provocaban masacre en todas las operaciones limpieza.

Sin órdenes de allanamiento, los guardias del régimen colocaron drogas en el sitio y crearon todo un informe falso junto a los fiscales de la dictadura, donde sirvieron como testigos policías encubiertos y operadores del régimen para acusar a la presa política de tráfico de drogas.

Café con Voz: ONU: Represión sigue imparable en Nicaragua desde abril de 2018

presa politica
Presa política María Esperanza Sánchez

Torturada y condenada

En la cárcel, la mujer denunció abusos, tortura física y sicológica y en los juicios, sus abogados denunciaron aberraciones jurídicas y anomalías alejadas del estado de derecho, sin embargo, la juez orteguista aplicó la condena a la medida de caso inventado por la sancionada policía de Ortega y los fiscales bajo servicio del régimen.

Actualmente guarda prisión en la cárcel La Esperanza y sufre de enfermedades crónicas por su edad y por el maltrato recibido en prisión y en todo el proceso de su secuestro hasta su condena arbitraria y atroz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *